El ritual viral matutino no es tan absurdo, dice la ciencia
El curioso ritual de beber agua con sal o exponerse al sol sin protector, viral en redes, es analizado por la ciencia con resultados sorprendentes.
Ritual matutino viral
En los últimos meses, un extraño ritual matutino ha ganado popularidad en TikTok e Instagram: miles de usuarios afirman que empezar el día bebiendo agua con sal marina, haciendo «grounding» descalzos o exponiendo la piel al sol sin protector solar por minutos mejora la salud física y mental.
Los especialistas en salud pública han reaccionado con escepticismo, pero no todo es negativo. Diversos estudios científicos ofrecen una visión matizada de estos rituales virales.
Beber agua con sal marina: ¿hidratación o riesgo?
El acto de disolver sal marina sin refinar en agua tibia y beberla en ayunas se presenta en redes como una forma de «resetear» el organismo. Sin embargo, los expertos advierten que este hábito puede ser peligroso para personas con hipertensión o problemas renales.
Aun así, la ingesta controlada de minerales como sodio, potasio y magnesio es necesaria para funciones vitales. En individuos sanos y con consumo moderado, esta práctica no supone un gran riesgo, aunque no hay pruebas de sus supuestos beneficios milagrosos.
Exposición solar sin protector: beneficios y peligros
Otro de los rituales virales defiende exponerse al sol entre 5 y 10 minutos al despertar, sin protección solar, para activar la vitamina D. Los dermatólogos coinciden en que la producción natural de esta vitamina es esencial para la salud ósea e inmunológica.
No obstante, alertan que incluso breves exposiciones sin filtro solar pueden aumentar el riesgo de daño cutáneo a largo plazo, sobre todo en pieles sensibles o muy claras. Por ello, recomiendan buscar un equilibrio: exposición moderada y vigilada.
Grounding o earthing: conectar con la tierra
El grounding, que consiste en caminar descalzo sobre césped o tierra para «reconectar con la energía terrestre», ha sido objeto de estudio limitado. Algunas investigaciones sugieren que puede tener efectos antiinflamatorios y mejorar el sueño y el estado de ánimo, aunque los datos son aún preliminares.
Los defensores aseguran que esta práctica reduce el estrés y la ansiedad al facilitar la descarga de electricidad estática acumulada en el cuerpo. Los científicos, si bien no confirman estos efectos, tampoco descartan un impacto positivo relacionado con el contacto con la naturaleza.
Conclusión: un ritual absurdo, pero no del todo inútil
Los expertos coinciden en que estos rituales, aunque carentes de base científica sólida, no son intrínsecamente dañinos si se realizan con sentido común. La ciencia admite ciertos beneficios parciales: mejora de la hidratación, síntesis de vitamina D y relajación por contacto con el entorno natural.
El problema radica en convertir estas prácticas en dogmas o sustituirlas por tratamientos médicos reales. Si bien aportan pequeños beneficios, no curan enfermedades ni reemplazan hábitos saludables más contrastados como una dieta equilibrada o ejercicio físico regular.
En definitiva, lo que parecía el ritual matutino más absurdo de internet puede tener un lado menos negativo de lo esperado, siempre que se mantenga la moderación y el sentido crítico.